viernes, 20 de mayo de 2011


Cada vez estaba más nerviosa, pues aquella noche tan esperada por los dos se iba acercando, "¿y si sale mal?,¿ y si no se que hacer?,¿y si...?". Millones de preguntas rozaban cada milímetro de mi cerebro. 
La tarde anterior había estado de compras con Lizha, ¡tenía que llevar ropa adecuada!, él seguro que iría precioso, como siempre, con su pelo alisado y rubio, algo más largo que la última vez que nos vimos, antes de los parciales. ¿Qué ropa llevaría?,¿se pondría esa colonia de vainilla que realmente me mataba?... cada detalle de él era perfecto, su sonrisa, su mirada, su tacto, su olor, su ropa, todo.
Acabé comprándome un vestido cualquiera y ropa interior nueva,¿debería comprar protección?... bah, la llevaría él, aunque en parte mejor... me daba vergüenza comprarla yo...


Y al fin llegó, fui a su casa en el bosque, no muy lejos de la playa, tampoco lejos de mi casa. Él estaría allí, como me prometió, él y yo solos en una casa de madera, con olor a hierba seca debido a la llovizna.
Cuando entré me encontré las escaleras alumbradas por luces de velas encendidas, "que romántico" - pensé, y seguí subiéndolas despacio. Entré en la habitación y allí se encontraba, me sorprendió por la espalda, besándome el cuello y diciéndome cosas de las que no se pueden contar al oído. Después de un rato acurrucados en la cama, besándonos...se levantó y apagó las luces.


ssssh...!!

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