domingo, 19 de octubre de 2014

Blog de lectura.

¡Muy buenas después de tanto tiempo!

Mi mejor amiga y yo creamos hace poco un blog de reseñas y bueno, de lectura en general, por lo que os dejo por aquí el nombre, ya que puede haber alguien interesado.

Blog de reseñas: Habitación 707

¡Saludos!

10 razones para quererte

10 razones para quererte

Amo cómo me hablas
y la forma descuidada de tu cabello.
Amo cuando sonríes
y las delgadas líneas que se forman en tus mejillas.

Amo cómo me miras
y la forma que tienes de leerme la mente.
Amo tus pantalones anchos 
y tu camiseta favorita.

Amo cuando tienes razón
y cuando se te nota que mientes.
Amo cuando me haces reír
e incluso cuando me haces llorar.

Amo cuando estás cerca
y encuentras la forma que sea para que me fije en ti.
Pero sobre todo, amo el hecho de amarte
no un poco, no demasiado, pero sí lo suficiente.

domingo, 5 de octubre de 2014

"Lo único que se oyó aquella noche, en la que me sentí tan vacío y solo una vez más, fue el estallar de la botella de vino contra la pared, provocando que ésta se destrozada en un tremendo impacto y que las paredes color vainilla se tornaran rojas, como si en lugar del vino, fuera la sangre que bombeaba con tanta fuerza de mi corazón, la que caía contra aquel lugar. 
Un quejido ahogado salió de lo más profundo de mi garganta, provocando que me llevara una de las manos hasta mi propia frente para oprimirla, a la vez que cerraba los ojos con tanta fuerza que pensaba que me quedaría ciego. Aunque, pensándolo bien, quizá así no dolería tanto el "no verte". 
Una repentina ventisca se levantó en la calle, y por consecuencia, las cortinas comenzaron a ondularse y removerse trágicamente, como si estuvieran llorando un blues. Las pequeñas, estúpidas e inservibles velas que decoraban torpemente aquel pastel, se apagaron. Y me negué a volver a encenderlas. La frustración viajaba por mi cuerpo y el calor invadía éste con tanta intensidad que sentí más de una vez cómo no podía respirar. 
No era enfado, siquiera era decepción... El sentimiento que más se acercaba a lo que aquella noche sentí y a lo que presenció una estúpida habitación vacía, era impotencia. Y no sabía realmente el motivo de ella. Estaba vacío, como una vela apagada, como la botella de cristal rota que había chocado con tanta brusquedad contra aquella pared."