viernes, 20 de mayo de 2011

2O de Mayo del 2O11

Volvía a ser domingo, Ella realmente odiaba ese día, bueno, en realidad odiaba todos los días excepto el sábado. Realmente era el único instante para poder hacer lo que realmente le venía en gana.
A sus 23 años recién cumplidos todavía no le preocupaba la vida, ¿para qué pensar en el futuro si no vives el presente?- contestaba a cada persona que le preguntaba que quería hacer en un futuro ahora ya, no tan lejano.
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Vivía en un apartamento con dos jóvenes de más o menos, su edad. Izan era el más joven, tan sólo contaba con 19 primaveras, luego estaba Charles, era el más mayor, pues tenía 25.
Ninguno de ellos se preocupaba por ordenar sus cosas o por hacer la compra, pues tampoco esque tuviesen demasiados recursos para hacerla en condiciones. Izan era de familia adinerada, pero para darle un escarmiento le mandaron a vivir por su cuenta, claro que, como todo hijo de buena familia, no le faltaban sus 2OOO€ aproximadamente al mes. Ella se fue a vivir con estos chicos que ya se conocían de bastante tiempo atrás porque no aguantaba un minuto más en su casa, realmente odiaba a su familia, sólo se preocupaba de beber, fumar y follar, como buena chica joven que estaba hecha. Charles era el responsable del..."grupo", se preocupaba demasiado por todos, estudiaba por el día, iba a cuidar de Ella por las noches; llevaba un buen tiempo detrás de la chica, al igual que Izan, solo que él nunca lo dijo.
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Cuando Ella se despertó y miró al reloj se asustó de la hora, marcaban las nueve de la noche, ¿cómo había estado tanto tiempo durmiendo?. Recordaba que la noche anterior había mandado al carajo a Charles, pero.. ¿por qué?, no lo recordaba, pero sabía que se tenía que disculpar con él.
Cuando salió al pasillo para adentrarse en la cocina vio algo que jamás debería haber querido ver, ¿por qué lloraba Izan?, ¿qué había pasado?. Entró en su habitación:
-¿Qué pasa?,¿Dónde está Charles? -dijo ella.
-... -tan sólo sollozaba, sin decir palabra.
-¿Izan?
Él le tendió una nota, se notaba una buena caligrafía y un pésimo pulso, sin duda, era de C. Ella lo leyó detenidamente, ponía:



Espero que seáis muy felices.
Izan, tú siempre has estado ahí, hermano. Te debo una grande,
pero creo que ya jamás te la podré pagar... Y tú, Ella. Anoche, cuando hablamos
y me dijiste aquellas cosas tan bruscas, pero propias de tu forma de ser, aunque estuvieses
algo borracha... jaja, no te olvidaré, nena. Me hiciste recapacitar, y yo no hago nada en este mundo, solo soy un cualquiera que malvive a su manera, y su manera es la peor: estudiar para suspender y cuidar de una chica que ni me da registro. Sé que estás enamorada de Izan, y él lo está de ti, aprovechad que ya no estoy para disfrutarlo, nunca os olvidaré,chicos. PD: no intentéis buscarme, es obvio que os daréis cuenta de que yo ya no pertenezco a esta región, a este país. Queridos terrícolas, os acabáis de librar del ser más estúpido de la humanidad. Lo dicho, os quiero,chicos, y ni se os ocurra llorar, porque no merece la pena estar mal por haberos librado de mí, jé.






Seguidamente Ella echó a llorar.




nunca sabrás que lo eras todo
para mí.



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