martes, 28 de junio de 2011

Papá, cuéntame otra vez...

Capitulo 1:
-Elisabeth murió al dar a luz a una pequeña criatura de cabellos rojizos y con esmeraldas como ojos, de tez pálida con numerosas pecas por la nariz.
Desde la muerte de su madre habían pasado ya cinco años, Susan se había convertido en una niña preciosa. Su padre, Joseph no vivía con ella, mas era militar y pocas veces la veía.
Vivía acomodada en casa de sus tíos.  En su trece cumpleaños su padre volvió para quedarse, pero tan solo contaba con una pierna. La primera impresión de Susan fue echarse a llorar, como era predecible. Desde aquel día siempre le acompañaba, era su padre, debía cuidar de él.
El deseo más profundo de aquella chica era saberlo todo de su madre, tener un ídolo femenino para seguir, pero nunca se atrevió a preguntar a su padre, mas sabía que era un tema delicado.

Cada noche, el padre le contaba a su hija cuentos de siempre, pero Susan nunca estaba demasiado contenta, pero no le decía nada. Cada mañana desayunaban en la inmensa cocina amueblada con diferentes muebles de tonalidades distintas de morados y rosas. Después la llevaban al mismo colegio que su prima, Marie. Un colegio privado de uniforme típico. Al llegar a casa comía y se ponía a estudiar, no era una chica demasiado sociable a pesar de su preciosidad y su envidiable memoria y sinceridad.
Creía que su padre nunca se iba a dar cuenta de su sueño, de que quería saberlo todo de la mujer que dio su vida por ella, TODO. Pero se equivocaba, Joseph pensaba en como contarle por medio de palabras lo que su madre había hecho por ellos, pero era imposible... las palabras se quedaban cortas para aquella diosa.

domingo, 26 de junio de 2011

Querido Chuck:

-Al final no salió como ambos queríamos. Han pasado dos años desde la última vez que te vi.
Sí, ya sé que fue mi culpa, que yo tuve la idea de que nos diesemos un tiempo, pero...
te echo de menos, amor.
Las cosas no son lo mismo sin nuestras noches de lujuria, sin tu sonrisa, ni tus abrazos.
Te echo de menos, te sigo queriendo.
No sé porqué te escribo esta carta, pero lo necesito. No sé si te la enviaré algún día o no,
pues ya sabes que tengo demasiado orgullo para rebajarme a ello, incluso cuando se
trata de nuestra relación.
Cada vez que un día nuevo empezaba lo iba tachando en mi calendario de pared,
como era costumbre cuando vivíamos juntos, solo que, ahora es por otra razón,
cuento los días que llevo sin ver tu cara al despertar, en vez de los dias que llevamos
juntos... llevabamos.
No sé que más decir, tan solo darte las gracias por todos los buenos momentos a tu
lado.. y los sentimientos que me enseñaste a descubrir. Gracias.

-B.

miércoles, 22 de junio de 2011

The only thing that i want is you

Tras haberla perdido y darse cuenta de que ya no le quedaba nada por culpa de la fama se subió al último escenario, se pasó la cinta de la guitarra por el hombro izquierdo, acarició con ternura el micrófono y tras armarse de fuerza dijo: Gracias a todos, hoy tocaré mi última canción, éste será mi último concierto y vosotros podréis presenciarlo. A mi espalda tengo a los hombres que han hecho que esto sea realidad, gracias por todos estos años junto a vosotros.
Las lágrimas recorrían sus mejillas, pero sabía que era el final, finalmente se armó de fuerza y ladeó una leve sonrisa. Miró a los millares de fans que habían llenado aquella inmesa sala y se decidió a cantar, aquella canción que compuso a los tan solo trece años.
Y decía así:
This is my last song
you are my last fans
this is my last concert
but... I want say thank you for all
for the moments with you
for the smiles
and tears...
for the hugs and hurts
eh..oh... don't forget this:
always it will you and me
and the world to our backs
the stars will shine for ever
the sun will be there for ever
but I have to go out from here
forever
forever...
And.. don't forget this, please.
It will be you and me
forever
forever
Eh... it isn't my last smile
and there aren't my last tears
but... yeah, it is our last meet...
forever
forever.

Envuelto en lágrimas tiró la guitarra al suelo, se quitó la camiseta y se fue corriendo de allí, coño... ¡tenía que encontrarla!, ¡tenía que decirle que era su único amor! el de verdad... que sin ella no era nadie, que ella era su vida.



viernes, 3 de junio de 2011





- La gente no se enamora de lo que tiene delante. La gente quiere el sueño, lo que no puede tener. Cuanto más inalcanzable, más atractivo.



─ Spike dime en 5 palabras o menos que haces aquí.
+ Dando-un-pequeño-paseo... puta.

jueves, 2 de junio de 2011

Nº17

Ya empezaba esta sensación de nuevo, volvía a sentirla en el estómago, me volvía a marear y a tener la vista nublada.¿ Qué me estaba pasando ?. En serio, esto cada vez se hacía más y más raro, ¿cómo era posible que pudiese ver a los muertos?, ellos me hablaban, les veía vagar por las calles, evitando atascos y colas, pues eran invisibles. Me hacía gracia, en verdad, pues había supermercados fantasmas, allí no servían coca-colas o filetes, sino un tipo de comida que ni sabía que existía, era una especie de puré, pero era gris, y lo que se hacía pasar por grumos de chocolate era azul, un azul intenso. ¿A que sabría?. Cada vez más y más preguntas surgían en mi mente. En ese instante de duda, una mano amiga, reconocible por el anillo en forma de cruz invertida que le regale, se había posado en mi hombro.
-¡Pero Susan! que susto me has dado, muchacha.
Esta vez el fantasma no hablaba, sus ojos estaban tristes, quizás con ganas de llorar, pero al no tener agua no le salían lagrimas. Se me partió el corazón al verla así.. Pero, ¿como podía ayudarla si no sabia que le pasaba? me sentí realmente mal
-Susan,¿que ha pasado?
espere una respuesta no concedida jamás. Me volví a morder el labio. Tenia que hacer algo, pero ya. Decidí ir a la calle central y buscar a aquel anciano de la otra vez. Cuando le vi suspire y corrí hacia el, pero justo cuando estaba llegando hasta su brazo, fush, desapareció. Maldecía al diablo. Joder, joder, joder. Ahora si que estaba perdido, me senté junto a la pared, me sujete la cabeza con las manos y las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos, como el agua de una regadera cayendo en una flor. Entonces la joven volvió a aparecer a mi lado, me levanto la barbilla con la mano e intento dibujar una sonrisa en su cara. Tengo que ayudarla, solo se que tengo que conseguirlo.